
Ayer, revisando entradas antiguas, descubrí que en la entrada correspondiente al 21 de marzo citaba a una serie de personajes ilustres que cumplían años ese día, olvidándome incomprensiblemente de mi viejo amigo y lobo de mar Mou, que era precisamente por quien hacía yo la broma y a quien guiñaba el ojo. Así que en compensación te dedico, Mou, la entrada de hoy.